jueves, 7 de mayo de 2009

Formulación recursiva del mito de origen

Entonces el hombre creado, mortal y sediento, caminó por el mundo. El mundo lo abrazó con su azote y ese azote fue la cuna del hombre. Entre arena y espinas, jugó el hombre. Entre garras y sangre, aprendió su nombre. Entonces el hombre, creado, mortal y sediento, fue el azote del mundo. Y ese azote, caminó por el mundo, y en ese mundo ese azote hizo caminos, y por los caminos marcharon esclavizados los ganados del azote creado. Y los caminos llevaron a las ciudades del azote mortal, y de las ciudades salieron nuevos caminos, y por ellos marcharon las legiones del azote sediento. Y esa sed hizo naciones de las ciudades, y de las ciudades nacieron los caminos de la sed creada. Y esos caminos llevaron hasta los enemigos de la sed mortal, y sobre esos enemigos marcharon las legiones de la sed insaciable. Y esa sed insaciable, camina hoy por el mundo.

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